Tal y como os hemos ido contando, el modelo de proceso participativo se va concretando ahora que estamos aquí en Gandiol, y las 3 líneas definidas hasta el momento son (1) los talleres participativos para diseño y construcción (2) las sesiones de debate con los diferentes colectivos y (3) las acciones conjuntas (jornadas de puertas abiertas).

La semana pasada llevamos a cabo el primer taller participativo con los jóvenes de Gandiol y los voluntarios de Hahatay. Este taller piloto tenía por objetivo definir el plan de paisajismo del terreno de Hahatay donde se ubica el Centro, y al mismo tiempo revisar la metodología propuesta para el taller, encontrar puntos fuertes y débiles y analizar la dinámica participativa creada.

Elegimos la temática de paisajismo porque era lo más sencillo para comenzar. A partir de la planificación del paisaje (definición de diferentes zonas, caminos y de especies vegetales) se puede crear una base para los demás talleres y también transmitir unidad entre los diferentes espacios, creando un conjunto armónico en el que uno se sienta a gusto (y, porqué no, inspirado). Por un lado había que definir qué especies se plantarían, y por otro dónde, identificando así el uso de los diferentes espacios (zonas de huerto, zonas de descanso con mobiliario externo, etc…).

El primer desafío para la preparación del taller fue por tanto conocer las especies más comunes de la región y entender cuáles son más adaptables al terreno, teniendo en cuenta que es un terreno de arena y con zonas muy saladas. Para ello, preparamos una tabla para rellenar, con el nombre de la especie, altura, ancho de raíces, capacidad de adaptación a la arena y a la sal, presencia de flores o frutos, entre otras características. Con esta base en manos, hicimos la primera visita a la delegación del Ministerio de Agricultura en Saint Louis. Allí, conocimos a Babacar, quien nos ayudó a conseguir casi toda la información que necesitábamos. Descubrimos entre muchas opciones los emblemáticos áboles  Neem y Nevedie, ambos muy locales y cuyas hojas tienen propiedades medicinales. Y fue difícil hacer de esta una visita corta, porque en el terreno del Ministerio había una muestra infinita de árboles con frutos, hojas medicinales, flores, arbustos, trepadoras, y muchas otras especies. Una vez más, seguimos aprendiendo cada día con este proyecto, y más de lo que enseñamos…

Después nos dirigimos a visitar a Sidi, el jardinero de Gandiol, un hombre sonriente y tranquilo que te dan ganas de abrazar nada más verle. Su jardín se ubica en un pequeño terreno al lado de la carretera principal de Gandiol. Al entrar, sentimos como si nos adentráramos en un mini ecosistema muy particular, casi como si de un jardín encantado se tratara, con sus diferentes colores y tonalidades de verde y su gran variedad de especies… muy diferente del paisaje árido y caliente tan común en la región norte de Senegal. Teníamos que ir sorteando las plantas hasta poder adentrarnos en un rincón, donde nos sentamos en pequeños bancos improvisados con bidones de plástico y, bajo la sombra de los maracuyás, pudimos terminar de completar la información que faltaba sobre las especies locales.

También hemos añadido especies que él consideraba necesarias, llegando a un total de más de 30 especies locales sobre las cuales los jóvenes de Gandiol podrían debatir.

El día del taller llegó y nos reunimos todos. El equipo Hahatay estaba al completo: voluntarios extranjeros y senegaleses, el equipo Aminata, y también otros jóvenes del pueblo que se están implicando en el proceso participativo…. Un total de 32 personas! Y cómo no, nos acompañó Sidi, para poder orientarnos en el debate y también porque le encanta implicarse en todo aquello que conlleve el desarrollo de Gandiol.

El taller comenzó con una presentación breve del Centro Cultural y del proceso participativo del mismo, y después presentamos algunos conceptos básicos de paisajismo, promoviendo un debate sobre aspectos ambientales, funcionales, estéticos, culturales y simbólicos para la planificación del paisaje en un terreno.

Después formamos dos equipos de trabajo: uno para estudiar los flujos y las zonas de descanso, y la disposición de los diferentes espacios y usos en el terreno; y un segundo grupo para estudiar y seleccionar las diferentes especies que se plantarán en cada una de estas zonas definidas. A principio estábamos inquietos por ver qué ocurriría, pero una vez que empezó el taller la sorpresa fue muy positiva. A pesar de la variedad de  idiomas, el debate fue muy fluido. Todos propusieron diversas ideas y se creó un ambiente de participación muy constructivo. Al final, los participantes estaban tan compenetrados y emocionados con el trabajo que nos costó finalizar el debate para la etapa final del taller

Por fin, tras una hora de trabajo, cada grupo presentó sus conclusiones y se abrió un espacio para comentarios y aportes finales, donde el equipo Hahatay también compartió su visión sobre el resultado final del taller. También contamos con los necesarios y sabios consejos de Sidi para elaborar la propuesta final.

Al día siguiente, las arquitectas se pusieron con el autocad para hacer el replanteo del proyecto, combinando lo mejor posible el trabajo de los dos grupos. También trabajamos en el presupuesto de las especies elegidas, para decidir la viabilidad de aplicar el proyecto en el terreno.

Por cuestiones de presupuesto y logística, decidimos plantar por ahora la mitad de las especies propuestas, lo correspondiente a la entrada principal de Hahatay, donde los edificios están más consolidados y hay menos material de construcción.

Y así, ya estábamos casi listos para llevar a cabo la acción conjunta del Sábado, en la que plantaremos los árboles junto a la Comunidad de Gandiol.

¡Qué ganas teníamos de que llegase el sábado! Os contamos qué tal nos fue en la siguiente noticia! ¡¡Hasta pronto!!