Finales de Junio, sólo han pasado tres semanas y ya sentimos que llevamos aquí una larga temporada. En tan poco tiempo ya nos sentimos parte de una bellísima familia que nos hace sonreír cada día y vivimos en una casa a la que ya llamamos hogar, o mejor dicho, la comuna. Qué increíble regalo nos ha hecho nuestra xarit. Nos ha transportado aquí, ha dado sentido a lo que hacemos y sobretodo nos ha dado un motivo para seguir adelante, luchando junto a ella y junto a Hahatay por un mundo con menos desigualdades y más oportunidades para todos.

La semana pasada nos despedimos con Ndaga cavando las zanjas para la cimentación y esta semana ya podemos contaros que, tras nivelar lo cavado, colocar las jaulas de ferralla y las maderas, y llenar las zanjas de hormigón, estamos terminando de colocar los brics de la biblioteca, última etapa antes de comenzar con los muros de adobe. Continuaremos esta semana cimentando la administración para así levantar primero los muros de este edificio, más pequeño y más sencillo de corregir en caso de que hubiera pequeños fallos al subir los adobes.

Cada día nos sorprendemos con la fuerza y la motivación de todos los trabajadores del Centro. La luna ha comenzado a decrecer pero seguimos en Ramadán. Ya llevan mas tres semanas y todavía faltan unos 10 días! El sol nos apalea cada día y ellos continúan a un ritmo impresionante. Se ponen su música, cantan y bromean. Nos demuestran en cada momento que ni la sed ni el hambre pueden impedirle a uno cumplir con sus objetivos si uno se lo propone.

Pero como podréis imaginaros, no todo ha sido fácil. Ha habido momentos de dudas y de discrepancias. Y es que… ¡los toubabs (así llaman aquí a los blancos) somos muy complicados! Cada vez que llegamos al terreno creemos ver como se llevan las manos a la cabeza… eso sí, con mucho cariño! Por poneros un ejemplo, un hombre mayor de más 70 años que trabaja moviendo los materiales con su burro y su carreta le comentó el otro día a Mamadou que nunca había visto tanto hormigón junto en una cimentación! Para nosotros es simplemente por seguridad… (¡Qué dirá cuando pongamos los adobes!). Y si a eso le sumamos que ese mismo día, para llegar a la mezcla perfecta de hormigón, eso parecía una subasta… ¨¡más agua!¨, ¨¡más grava!¨. ¨¡no! ¡menos arena!, pues podéis imaginaros… También hubo muchas risitas con el vibrador (de hormigón, no seáis mal pensados…).

Y es que no sólo es el idioma, aquí están acostumbrados a construir de otra manera y a otro ritmo. Pero el centro tiene una grandísima ventaja y es que contamos con Mamadou, la pieza clave… Él personifica el entendimiento entre los senegaleses y los toubabs, entre el norte y el sur. Él es el punto de encuentro. Cuando las cosas no están claras Mamadou nos hace sentarnos a la sombra para hablar e intercambiar opiniones y así llegar a un acuerdo antes de seguir trabajando. Tarea no muy sencilla si tenemos en cuenta que la única sombra del terreno nos la ofrece la palmera que habréis visto, y claro, va moviéndose conforme pasa el día! Asi que nosotros con ella…

Y cada vez que debatimos y que cada uno comprende el punto de vista de el otro, todos sentimos cómo nos enriquecemos. Y ése es precisamente el objetivo del centro. Ser un punto de encuentro, de intercambio, de enriquecimiento individual y colectivo. Hahatay está haciendo una grandísima labor al fomentar la participación de la comunidad en su propio desarrollo y al promover el intercambio de experiencias e ilusiones de todos y para todos.

Es por ello que de manera paralela seguimos trabajando para definir la mejor manera de desarrollar el proceso participativo con la comunidad. A través de Hahatay vamos conociendo las estructuras sociales y vamos tratando de adaptar el proceso para que sea lo más interactivo posible. Os iremos contando cómo identificamos a los diferentes colectivos y cómo trabajamos con cada uno de ellos. Y en cuanto acabe el Ramadán haremos la primera ¨acción conjunta¨: dedicaremos el día a compartirlo con la comunidad en el terreno del centro, con comida y música, conociéndonos y aprendiendo los unos de los otros. ¡Estáis todos invitados!

Hasta la próxima!